Docente que fue secuestrada de camino al trabajo en Norte de Santander necesita tomar sus medicamentos a diario
Yuleima Duarte fue abordada por hombres armados, cuando se dirigía al colegio oficial, Instituto Técnico Agrícola de Convención.
Noticias RCN
02:25 p. m.
Se completan 24 horas desde que la profesora Yuleima Duarte fue raptada por hombres armados en cercanías a la estación de Policía de Convención, Norte de Santander.
El hecho preocupa, no solo por la crítica situación humanitaria que se vive en el Catatumbo o la afectación a sus estudiantes, también porque Duarte necesita tomar a diario una dosis de Topamac 50 miligramos.
Desde que la Gobernación conoció su caso, se encuentra adelantando gestiones con grupos al margen de la Ley con presencia en el territorio para abogar por la pronta liberación de la profesora, a través de la Alta Consejería para la Paz.
De acuerdo con el alto consejero, Luis Fernando Niño, la entidad cuenta “con mecanismos para activar en los momentos en los que ocurren este tipo de hechos y, solamente, este año, nos ha funcionado en 39 casos. Incluyendo el de la ONU y, espero, próximamente, con la profesora Yuleima”.
Al menos 100 docentes estarían bajo amenaza en el departamento:
Familiares, compañeros de trabajo y alumnos de Yuleima convocaron a una marcha para exigir que vuelva a la libertad, cuanto antes, y se trabaje en la protección del personal docente en el departamento.
Sin embargo, la preocupación crece entre a comunidad educativa; ya que, al menos 100 docentes serían víctimas de amenazas en el departamento.
“La exigencia es garantías para el ejercicio de la profesión docente. Somos amantes de la educación y debe prevalecer es eso: el lenguaje pedagógico al interior de las instituciones educativas y la armonía”, precisó Leonardo Sánchez, presidente de la Asociación Sindical de Institutores Nortesantandereanos (Asinort), en diálogo con Noticias RCN.
¿Qué dice el Ministerio de Educación?
Desde el Ministerio de Educación advirtieron que “este acto de violencia atenta contra la integridad de una servidora pública dedicada a la formación de las nuevas generaciones y vulnera el derecho fundamental a la educación de nuestras niñas, niños y jóvenes. Las y los docentes son pilares fundamentales de la sociedad; agredirlos es atacar el presente y el futuro de Colombia”.
Además, exigieron “la liberación inmediata e incondicional de la profesora Duarte Pérez. Su lugar es el aula, junto a sus estudiantes, cumpliendo la misión transformadora de educar”.
Y es que, “el secuestro de un docente no es solo un crimen contra una persona; es una agresión al tejido social y al futuro de una nación. La ausencia de la profesora Yuleima genera un vacío irreparable en su institución, siembra temor en la comunidad educativa y afecta el proceso formativo de sus estudiantes”.

