Hijo de Giovanny Ayala narró lo horrible y desgarrador que fue estar secuestrado: “Teníamos miedo”
15 días estuvieron Miguel Ayala y Nicolás Pantoja en poder de las disidencias en Cauca.
Noticias RCN
08:25 p. m.
Después de dos semanas, finalmente fueron rescatados Miguel Ayala y su mánager Nicolás Pantoja en Cauca. El operativo inició a las 2:00 a.m. de este martes 2 de diciembre.
El 18 de noviembre, Ayala, hijo del reconocido cantante Giovanny Ayala, estaba en un vehículo recorriendo la vía Panamericana. Su destino era llegar a otro lugar, pero al pasar por Cajibío, sujetos armados irrumpieron en su camino y lo secuestraron junto al mánager.
Rescatados dos semanas después
El Gaula de la Policía, los Comandos Jungla, el Goes y la Fuerza Aeroespacial llegaron hasta el cambuche en donde los mantenían bajo cautiverio en la vereda Chorritos del municipio La Sierra, Cauca. En los alrededores se encontró una pistola calibre 9mm.
Al parecer, el Frente Carlos Patiño del autodenominado Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc estuvo detrás del hecho. A las familias les exigieron un pago de 7.500 millones de pesos por la liberación, el cual debía realizarse en 72 horas.
Desde hace un mes, le estaban haciendo seguimiento al joven cantante. Tras llegar a Bogotá, contó detalles de esas aterradoras dos semanas. Para llegar al sitio donde los encontraron, los secuestrados fueron obligados a caminar por varias horas. También los encadenaron y un hombre los vigilaba.
Las noches, comida y el ambiente de miedo: esto contó Miguel Ayala
Los primeros días fueron horribles. Siempre nos dijeron que no nos iba a pasar nada, pero teníamos miedo, entonces no dormíamos. En la tarde, pasaban muy lentos los días, pero nunca perdimos la esperanza. No se lo deseamos a nadie, es algo horrible.
Con respecto a los responsables, contó que hacían relevos en las madrugadas: “Desde el primer día, Nicolás me acompañó. Eran tres comidas al día, a las 9:00 a.m. el desayuno, el almuerzo a las 2:00 p.m. y en la noche nos traían”.
Las noches eran horribles. No veíamos nada, se escuchaban solamente ruidos.

