Reconocido colegio de Bogotá convirtió sus paneles solares en un laboratorio para estudiantes
El Gimnasio Los Andes integró su sistema solar a las clases y revoluciona la educación ambiental. ¿Qué beneficios tiene?
Noticias RCN
11:54 a. m.
En una apuesta innovadora, el Gimnasio Los Andes no solo instaló un sistema de energía solar capaz de cubrir buena parte de su consumo eléctrico, sino que lo hizo parte fundamental del proceso educativo.
Con ello, el colegio abrió una nueva etapa en la que la sostenibilidad se vive, estudia y experimenta día a día en el aula.
Energía solar en reconocido colegio de Bogotá
La implementación del sistema fotovoltaico permite al colegio monitorear en tiempo real el consumo energético, la eficiencia de los paneles y las reducciones de emisiones de CO₂.
De esta forma, los estudiantes pueden acceder a datos concretos para proyectos escolares, aproximarse al funcionamiento de tecnologías limpias y comprender cómo las decisiones institucionales tienen impacto ambiental.
Cada decisión institucional es también un acto pedagógico que inspira, transforma y refuerza nuestra misión de formar niños y jóvenes como guardianes del planeta, declaró Milton Moreno Espinosa, gerente del Gimnasio Los Andes.
Esta estrategia convierte la energía en un recurso didáctico y tangible, dejando atrás la visión tradicional de que la electricidad es solo un gasto invisible.
Ahora puede discutirse, medirse y aprovecharse en múltiples materias: ciencias, matemáticas, tecnología y educación ambiental.
Beneficios ambientales y financieros de este proyecto
El sistema solar instalado genera aproximadamente 144.000 kWh al año, evitando la emisión de 68 toneladas de CO₂. En términos económicos, se proyecta un ahorro mensual entre COP $12 y $15 millones, con un retorno de inversión estimado en 3,5 años.
Al internalizar este ahorro energético, el colegio reduce su dependencia de las fuentes convencionales de energía y refuerza su compromiso con la huella ecológica cero.
Además, la cercanía del campus al humedal Torca–Guaymaral potencia la dimensión ambiental del proyecto: los estudiantes pueden relacionar directamente los efectos de sus acciones con el ecosistema local, comprendiendo la interconexión entre decisiones humanas y conservación.
La iniciativa está alineada con la Ley 1715 de 2014, que incentiva el uso de fuentes no convencionales de energía, y contribuye al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 7 (energía asequible y no contaminante) y 13 (acción por el clima).
El colegio ha estructurado un Fintech Innovation Hub, un espacio educativo donde los alumnos experimentan, analizan y proyectan soluciones basadas en eficiencia energética,
autonomía y economía circular.
Los paneles solares dejan de ser solo infraestructura para convertirse en puentes entre lo técnico, lo ambiental y lo pedagógico.
La experiencia del Gimnasio Los Andes evidencia que las instituciones educativas pueden liderar procesos de transformación sostenible, no solo reduciendo costos y emisiones, sino enriqueciendo la formación de sus estudiantes.
En un país en el que muchas escuelas aún enfrentan retos de infraestructura y recursos, este caso inspira a otros planteles a ver más allá del edificio: a ver en cada panel, en cada kilovatio generado y en cada dato medido, una oportunidad de aprendizaje.


