La COP 30 termina con polémico acuerdo que omite una salida a las energías fósiles
El texto final de la COP 30 aboga por acelerar las acciones climáticas de forma "voluntaria" y a triplicar la financiación para los países en desarrollo.
AFP
05:27 p. m.
El frente de países emergentes y petroleros ganó la partida en la COP30, en Belém, que finalizó este sábado con un acuerdo de mínimos ante la emergencia climática que no menciona explícitamente el abandono de las energías fósiles.
Tras dos semanas de negociaciones, la primera COP de la ONU en la Amazonía logró poner de acuerdo a casi 200 países en un momento en que el multilateralismo flaquea, pero a costa de rebajar las ambiciones.
El texto final aboga por acelerar la acción climática de manera "voluntaria" y a triplicar la financiación para la adaptación climática de países en desarrollo. Esto a pesar de que unos 80 países, entre ellos Colombia, Francia y España, se habían movilizado por obtener una hoja de ruta para salir del gas, el petróleo y el carbón.
"Colombia se opone a una declaración de la COP30 que no diga la verdad científica al mundo", reaccionó en X el presidente Gustavo Petro.
La UE admitió también su decepción: "Nos hubiese gustado que hubiera mucho más, más ambición", dijo antes de la aprobación del texto el comisario europeo para el Clima, Wopke Hoekstra.
El descontento de Colombia, Uruguay y otros países provocó momentáneamente la interrupción de la sesión de clausura del evento en Belém.
El representante ruso en la plenaria acusó en español a las naciones latinoamericanas de "portarse como niños" que quieren "todos los caramelos", lo que provocó a su vez las quejas de otros países de la región.
Así fue la propuesta de Brasil sobre acción climática
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva estimó que el multilateralismo "ganó", desde la cumbre del G20 en Johannesburgo. Brasil quiso demostrar en la COP30 que el multilateralismo no está muerto, a pesar de la ausencia de Estados Unidos.
Lula, que alienta un flamante proyecto de exploración petrolera en la Amazonía, elevó las expectativas al llamar en la COP30 a una "hoja de ruta" para la salida de las energías fósiles.
Esto envalentonó al grupo de países que luchan por impulsar ese combate, entre estos Colombia, Francia, España, Holanda y Kenia.
El enfrentamiento de Dubái en 2023 (COP28), cuando por primera vez el mundo acordó una salida progresiva del gas, el petróleo y el carbón, se repitió en Belém. Pero los países productores, como Arabia Saudita, Irán y Rusia, no cedieron un ápice esta vez.
Frente a la decepción de algunos, el presidente de la COP30, André Correa do Lago, anunció que Brasil trabajará en los próximos meses para elaborar una hoja de ruta para salir de las energías fósiles a la que puedan sumarse los países interesados. Lo mismo hará con la deforestación.
Colombia y Holanda anunciaron en esta COP una conferencia internacional contra las energías fósiles en abril de 2026 en la ciudad colombiana de Santa Marta.
Para Greenpeace, el anuncio de las hojas de ruta "suena a premio de consolación", aunque "permitirá que el trabajo siga el año que viene y no se pierda el impulso creado en Belém".
Movilizaciones y protestas durante la COP 30
La "COP de la verdad", como la bautizó Lula, permitió constatar que el primer objetivo del Acuerdo de París adoptado hace una década es casi inviable y que el mundo no logrará limitar el calentamiento a 1,5° C en comparación con el siglo XIX.
El planeta ya casi llegó a este umbral y se estima que los últimos once años han sido los más cálidos jamás registrados en la Tierra.
Brasil, en cambio, cumplió su palabra al afirmar que esta fue una COP de los pueblos. Decenas de miles de personas se manifestaron pacíficamente en las calles de Belém el 15 de noviembre. Un grupo de indígenas y activistas protagonizaron, en cambio, un intento de invasión de la sede de la conferencia, para exigir ser escuchados. Las imágenes dieron la vuelta al mundo.
El gobierno brasileño anunció después nuevas demarcaciones de tierras indígenas.
Este no fue el único percance: un incendio se declaró el jueves en la zona de pabellones nacionales, lo que paralizó las negociaciones y obligó a evacuar a miles de participantes. Sus causas son por ahora desconocidas.

