La grave lesión que sufrió María Corina Machado en su riesgoso escape de Venezuela
La Nobel de Paz en sus entrevistas indicó que requería unos días para cumplir con temas médicos, sin mencionar que tenía una delicada fractura.
AFP
11:32 a. m.
La líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, sufrió una fractura en la columna vertebral en su viaje clandestino para salir de Venezuela con destino a Oslo para recibir su premio.
Machado, de 58 años, recibió el Premio Nobel de la Paz por su lucha por "una transición justa y pacífica" para recuperar la democracia en Venezuela.
Pese a estar en la clandestinidad desde las elecciones presidenciales de 2024, en las que la oposición denunció fraude y cuestionó la reelección del tercer mandato de Nicolás Maduro, prometió que asistiría a la ceremonia de premiación celebrada en Oslo, Noruega, el 10 de diciembre.
María Corina Machado se fracturó escape de Venezuela
María Corina Machado aseguró que temió por su vida en el peligroso viaje para salir de su país y llegar a Noruega para recibir el Premio Nobel de Paz. En la ruta de escape combinó un trayecto en barco hasta Curazao y un vuelo en avión privado con escala en Estados Unidos.
Claudia Macero confirmó la información de un artículo publicado en el diario noruego Aftenposten:
Está confirmada la fractura vertebral (…) por el momento, no se dará ninguna información extra a la que aparece en el artículo.
Según el diario, la fractura se produjo cuando la llevaban en un pequeño barco pesquero, con el mar agitado.
Le diagnosticaron la lesión en el hospital universitario Ullevål de Oslo, precisó Aftenposten.
Así se llamó la operación de escape de María Corina Machado
Según Bryan Stern, un excombatiente estadounidense que fundó una empresa para sacar a extranjeros de zonas peligrosas, su salida del país sudamericano fue posible gracias a una operación, denominada ‘Dinamita Dorada’.
Según Stern, Machado dejó Caracas disfrazada y con una peluca, y se dirigió a una playa del norte del país.
Ya en la playa, la embarcación en la que debía escapar, un viejo pesquero elegido para no levantar sospechas ni exponerse a los bombardeos estadounidenses en el mar Caribe contra buques que, según Washington, transportan drogas, estaba averiado.
Al final logró embarcar, pero el GPS no funcionaba. Entumecida de frío y empapada, pasó a otro barco, en el que se encontraba Bryan Stern. En este navío logró llegar a Curazao donde abordó un avión.
"Hubo momentos que sentí que había riesgo real para mi vida, y que fue un momento también muy espiritual porque, al final, simplemente sentí que estaba en las manos de Dios", declaró Machado el viernes en Oslo.



