Un mensaje escrito con su propia sangre en una almohada le salvó la vida a una mujer
La mujer que estaba atrapada en una habitación decidió escribir un mensaje en clave numérica para salvar su vida.
Noticias RCN
03:02 p. m.
Una mujer identificada como Zhou pasó 30 horas atrapada en una habitación de un sexto piso y logró ser rescatada gracias a un mensaje escrito con su propia sangre en una almohada, la cual lanzó por la ventana con la esperanza de ser vista.
El caso ocurrió a mediados de agosto en la ciudad de Leshan, en la provincia de Sichuan, al oeste de China. Zhou estaba realizando labores de limpieza en una casa de huéspedes cuando ingresó a una de las habitaciones sin llevar consigo su teléfono celular.
¿Cómo quedó atrapada la mujer que escribió un mensaje con su sangre?
Lo que parecía una tarea rutinaria se convirtió en un episodio angustiante: la cerradura de la puerta estaba defectuosa y no podía abrirse desde adentro.
De inmediato quedó atrapada, sin comida, sin acceso a un baño y con la incertidumbre de no saber cuándo alguien notaría su ausencia.
El encierro se prolongó por más de un día y medio. En esos momentos de desesperación, Zhou intentó en múltiples ocasiones encontrar una salida, pero todos los esfuerzos resultaron inútiles.
Fue entonces cuando tomó la decisión de morderse un dedo y utilizar su sangre como tinta para escribir en una almohada un mensaje que permitiera ayudarla.
¿Qué decía el mensaje escrito con sangre?
Dos elementos clave estaban en el mensaje: el número “110”, línea nacional de emergencias en China, y el número “625”, que correspondía al cuarto donde se encontraba prisionera.
Con todas sus fuerzas arrojó la almohada por la ventana.
Un repartidor de comida, identificado como Zhang Kun, la encontró mientras cumplía con una entrega.
Tenía miedo, pero cuando vi el número ‘110’ en la almohada entendí que podía tratarse de una petición de ayuda.
De inmediato, Zhang llamó a la policía para alertar sobre lo que podría estar ocurriendo en el edificio.
Los agentes llegaron al lugar y, tras constatar la veracidad del aviso, procedieron a derribar la puerta de la habitación 625. Zhou fue encontrada exhausta, con el cabello revuelto y visiblemente afectada, pero fuera de peligro.
En videos difundidos por los medios locales se le escucha agradecer a los policías y relatar que había entrado al cuarto “ayer en la mañana”, sin imaginar que el encierro se prolongaría hasta el día siguiente.
El acto de solidaridad del repartidor no pasó desapercibido. Las autoridades de Leshan le otorgaron una recompensa de 3.000 yuanes (equivalentes a unos 420 dólares) en reconocimiento por haber actuado con rapidez y haber salvado la vida de Zhou.


