Fiscalía investiga antecedentes familiares en el caso del niño asesinado presuntamente por su padre en Cali
El informe de Medicina Legal reveló signos claros de maltrato y violencia sistemática.
Noticias RCN
01:27 p. m.
Un caso de violencia infantil ha generado conmoción en la capital del Valle del Cauca. Un niño de apenas tres años fue asesinado a golpes, presuntamente por su propio padre, en una vivienda del barrio El Vergel, oriente de Cali.
El hombre, de 23 años, inicialmente aseguró a las autoridades que el menor se había caído. Sin embargo, el informe de Medicina Legal reveló signos claros de maltrato y violencia sistemática. El pequeño fue trasladado a un centro asistencial, donde llegó sin signos vitales.
Captura del presunto responsable en Cali por homicidio agravado
El presunto agresor fue capturado en las últimas horas y un juez le dictó medida de aseguramiento intramural. Según la Fiscalía, el hombre habría golpeado al niño hasta ocasionarle fracturas en las costillas, una laceración pulmonar y una hemorragia masiva en la cavidad torácica, lesiones que derivaron en insuficiencia respiratoria aguda y muerte violenta.
Las autoridades también confirmaron que el detenido tiene antecedentes judiciales por porte ilegal de armas de fuego y había llegado a Colombia hace ocho años. El señalado no aceptó el cargo de homicidio agravado imputado por la Fiscalía.
Caso de maltrato infantil en Cali: Fiscalía investiga antecedentes familiares
De acuerdo con las investigaciones, el menor venía siendo sometido a constantes agresiones por parte de su padre. Testimonios indican que los maltratos eran casi diarios y que el ataque final ocurrió cuando el niño se negó a tomar una ducha.
La madre del pequeño, según versiones, lo habría dejado bajo el cuidado del padre meses atrás, antes de viajar a otro país. En la vivienda también residían otros dos menores y la nueva pareja del capturado, lo que abre nuevas líneas de investigación sobre el entorno familiar y las condiciones en que vivían los niños.
El caso ha generado rechazo e indignación en la comunidad y en organizaciones defensoras de los derechos de la infancia, que insisten en la necesidad de reforzar los mecanismos de protección para evitar que hechos tan dolorosos se repitan.


