“Pensamos en fugarnos”: el testimonio de soldado tras su liberación en el Cauca
Blandolfe Lemus Guillén, uno de los 29 uniformados liberados en el Cauca, reveló a Noticias RCN los momentos de angustia que vivieron.
Noticias RCN
07:37 p. m.
En una entrevista emotiva con Noticias RCN, el soldado Blandolfe Lemus Guillén confesó que, durante su secuestro en El Plateado, Cauca, él y sus compañeros consideraron la posibilidad de fugarse.
“Hemos creado una familia donde nos ha tocado luchar”, dijo Lemus, refiriéndose a la unión que surgió entre los 28 policías y el militar secuestrados.
Los soldados pensaron en un plan de fuga
“Llegamos hasta con compañeros a armar un plan de fuga e intentamos hacerlo, pero no… mejor tomamos la tranquilidad”, relató. Aunque la idea de escapar surgió como una opción para recuperar su libertad, finalmente decidieron no arriesgarse y esperar una solución pacífica. “Todo el tiempo de la mano de Dios, eso es lo que más me ayudó a tener fortaleza y enfrentar las cosas con cabeza fría”, agregó el soldado.
El reencuentro con su familia: “Una alegría grande”
La madre de Lemus Guillén también compartió su testimonio con Noticias RCN, describiendo el emotivo reencuentro con su hijo. “Una alegría grande”, expresó, mientras recordaba los momentos de angustia que vivió durante el secuestro. “Yo soy viuda de un policía, y vuelve uno a vivir esas cosas. Uno le pide a Dios que por favor le respeten su vida, porque ellos están cumpliendo una misión”, dijo con voz entrecortada.
El soldado Lemus, por su parte, contó cómo la fe y la unión entre los secuestrados les ayudaron a sobrellevar la situación. “Arrodillarse uno y clamar al Señor que los protegiera, cubrirlos con la sangre de Cristo”, relató, destacando que la espiritualidad fue un pilar fundamental durante esos días difíciles.
Un proceso de liberación marcado por la tensión
La liberación de los 29 uniformados fue el resultado de un complejo proceso de intermediación en el que participaron el Ministerio del Interior, la Defensoría del Pueblo, la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA (MAPP-OEA) y la Misión de la ONU en Colombia, junto con la comunidad local. Horas antes del anuncio oficial, el Ministerio de Defensa informó que los soldados “iban caminando hacia la libertad”, un mensaje que generó esperanza pero también cautela.
El Gobierno fue enfático en señalar que la liberación solo se consideraría completa cuando los uniformados estuvieran junto a sus familias y en sus unidades militares. “En el momento que estén donde deben estar, al lado de su fuerza pública y sus familias, podremos decir que están libres de ese secuestro que cometieron aquellos engañados por un discurso absurdo de unos criminales”, afirmó el Ministerio de Defensa.
Los desafíos que persisten en el Cauca
Aunque la liberación de los 29 uniformados es un motivo de celebración, también evidencia los desafíos que persisten en el Cauca. La defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, expresó su alivio por la liberación, pero advirtió que esta se da en una región donde las disidencias de las Farc, bajo el mando de Mordisco, mantienen un control poblacional extremo y están en confrontación armada con la fuerza pública.
“Exigimos a los grupos armados, especialmente a las disidencias al mando de Mordisco, el respeto integral de la población civil y de la autonomía de las comunidades”, dijo Marín Ortiz. Este llamado refleja la grave crisis humanitaria que vive la región, donde la presencia institucional es limitada y las comunidades enfrentan constantes amenazas a sus derechos y libertades.
El testimonio del soldado Blandolfe Lemus y el emotivo reencuentro con su familia son un recordatorio de la resiliencia y la esperanza que caracterizan a quienes luchan por la paz en Colombia. Sin embargo, también subrayan la necesidad de acciones concretas para garantizar que episodios como este no se repitan.
Mientras las familias celebran el regreso de sus seres queridos, el país debe reflexionar sobre los pasos necesarios para fortalecer la seguridad en regiones como el Cauca, donde la violencia y el control de grupos armados ilegales siguen siendo una realidad. Cada liberación es un paso hacia adelante, pero el camino hacia la paz sigue siendo largo y lleno de desafíos.