Ruta de la reactivación: comprar colombiano, invitación de los comerciantes del GranSan

En medio de la crisis derivada de la pandemia, muchos han sido los sectores económicos que se han visto trastocados por la contracción de la economía y los meses de inactividad. Precisamente, el sector comercial de San Victorino, en el corazón de Bogotá, ha sido uno de esos, pero su entrega, empeño y perseverancia por recuperarse, también sirve de ejemplo a otros gremios para no bajar los brazos frente a las vicisitudes.

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Precisamente, este sector comercial es parte de los nichos en los que también ha trabajado la Cámara de Comercio de Bogotá en el marco de su programa de reactivación económica y apoyo a los empresarios y comerciantes durante la época de la pandemia.

Centros comerciales como el GranSan, punto de la moda de confección colombiana, ubicado en la calle 10 con carrera 10 en Bogotá, es ejemplo de lucha para no sucumbir frente a la crisis, y luego de cinco meses de cierre físico al público reabrió sus puertas tras un periodo en el que sus vendedores y empresarios aprendieron a expandir sus mercados, recurriendo a estrategias como el tradicional madrugón, que durante la crisis migró a la virtualidad.

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Sus más de 700 locales volvieron a funcionar bajo estrictos protocolos de bioseguridad y forman parte de la llamada Ruta de la Reactivación comercial.

“De esta industria dependen muchísimas personas, familias enteras, madres cabeza de hogar, satélites completos de familias, que se reúnen en torno a la elaboración de la ropa”, señala Iván Sandoval, jefe de mercadeo del centro comercial, al tiempo que indica que muchas de las marcas que son parte de la “familia del GranSan” desafortunadamente quebraron durante los meses de cierre.

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Para Juan Pablo Fuentes, comerciante del centro de Bogotá, la cuarentena significó un reto que los llevó a reinventar sus marcas y a proyectarse al futuro para evitar naufragar en las olas de la crisis.

Para Sandoval es importante que dentro de las estrategias de reactivación económica del país se promueva un movimiento para comprar productos colombianos, entendiendo que con esa dinámica solidaria se ayuda a “confeccionar el sueño de miles de familias” colombianas.