Nueva York tendrá una primera dama de 28 años: Rama Duwaji, la esposa de Zohran Mamdani
La joven artista es reconocida por su trabajo creativo que abarca la ilustración, animación digital y cerámica.
Noticias RCN
08:00 a. m.
Con la reciente victoria de Zohran Mamdani como el nuevo alcalde de Nueva York, en redes sociales creció la curiosidad por la vida personal del político musulmán del Partido Demócrata que gobernará La Gran Manzana a partir del 1 de enero de 2026.
La ciudad también recibe a una nueva primera dama que rompe moldes: Rama Duwaji, artista multidisciplinaria de 28 años, nacida en Houston y parte de la generación Z, encarna una visión contemporánea del rol público desde la independencia creativa.
Rama Duwaji, artista formada en Catar y establecida en Nueva York
Criada entre Texas y Dubái, Duwaji se formó en la Virginia Commonwealth University School of the Arts en Catar, continuó sus estudios en Richmond y finalmente se estableció en Nueva York, donde ha desarrollado una carrera artística que trasciende fronteras.
Desde su taller en Brooklyn, su obra ha sido publicada en medios como The New Yorker, Vogue y la BBC, y expuesta en instituciones de prestigio como el Tate Modern de Londres.
Su práctica artística abarca ilustración, animación digital y cerámica, con un enfoque temático que explora la identidad, la diáspora, la justicia social y la política internacional.
En palabras de Mamdani, “Rama no es solo mi esposa, es una artista increíble que merece ser reconocida por su propio mérito”.
¿Cómo conoció el alcalde Zohran Mamdani a su esposa Rama Duwaji?
La pareja se conoció en 2021, poco después de que Mamdani fuera elegido para la Asamblea Estatal. Su relación, iniciada en una aplicación de citas, se mantuvo alejada de los reflectores hasta su boda íntima en el Ayuntamiento de Nueva York, celebrada a comienzos de 2025 y documentada por la fotógrafa Kara McCurdy.
Durante la campaña electoral, Duwaji optó por un perfil discreto, aunque expresó públicamente su admiración por Mamdani en redes sociales.
Su presencia como primera dama promete una mirada fresca y culturalmente comprometida, en sintonía con una generación que redefine el vínculo entre arte, política y representación pública.


